Texto publicado en el edición impresa #17 de
ENTRE LINEASEN LA ORILLA
por Juan Pablo de Pina García
Académico, Universidad Autónoma Chapingo
Sin ninguna duda y desde hace un buen rato, está en marcha el proyecto de instauración de un poder político autoritario a cargo de la ultraderecha mexicana. La vocación despótica de la organización secreta, clandestina y nacional del Yunque, que de manera sistemática y exitosa infiltró al PAN desde los setentas, está haciendo palidecer las aportaciones dinosaúricas priístas para la historia de los regímenes totalitarios en el mundo. La ineptitud e incompetencia de Vicente Fox y su gabinete, la corrupción de la elite panista (Calderón incluido), el encubrimiento, la mentira, en síntesis el gobierno del cambio, está marcado de manera profunda y preocupante por las consecuencias que para el país tiene que El Yunque ocupe resortes fundamentales del poder estatal.
Desde el arribo de Carlos Abascal a la SG, la sociedad y las organizaciones civiles y políticas han venido siendo seriamente provocadas y golpeadas. Desde todos los flancos, con guantes de seda o con la PFP. Induciendo la Ley Televisa o abriendo espacios a las ejecuciones y decapitaciones, a la guerra de narcos, en estados gobernados por el PRD o el PRI. Sincronizando la represión estatal con la campaña negra del PAN o resucitando el cadáver de Cuauhtémoc Cárdenas. Permitiendo la intervención tan ilegal como abierta de la jerarquía eclesiástica en la política y en las elecciones o presionando a los góbers preciosos con los recursos presupuestales federales. Se sabía de antemano: en su tesis de licenciatura, Carlos Abascal, con profunda convicción fanática, definió a la democracia como una farsa masónica para imponer el comunismo en México. Y, no se le puede negar, ha actuado en consecuencia, fanática y desesperadamente para erosionar y vulnerar y destruir las instituciones democráticas republicanas. Un facho de mierda, sintetizando.
Los agravios contra sociedad e instituciones por parte de la ultraderecha y sus tontos útiles como Fox o Cuauhtémoc, se han venido acumulando, vertiginosamente. Son tajos de cuchillo afilado sobre el tejido social inerme, inconsciente, creyente en una inexistente transición democrática. Un tejido social herido, peligroso, subversivo, renegado.
Los agravios nos hacen retroceder como Nación. La represión contra los obreros de SICARTSA en Lázaro Cárdenas, Mich., nos lleva al porfiriato, con el agravante de la complicidad de la dinastía cuauhtemista: dos muertos. La represión contra los productores campesinos y pequeños comerciantes de comunidades de Atenco y de Texcoco nos pone en los tiempos coloniales, con dos muertos más, lamentablemente jóvenes, repletos de vida como Alexis Benhumea, ilusiones, voluntad. La tortura y los abusos sexuales contra ciudadan@s de Texcoco y Atenco y contra los camaradas de La Otra Campaña que se solidarizaron en la infausta madrugada del 4 de mayo nos conduce a la Edad Media. La venganza sangrienta ejercida en las personas de Ignacio del Valle, Felipe Sánchez y Héctor Galindo, luchadores sociales de San Salvador Atenco recluidos entre las paredes de Almoloya destinadas a sicópatas y delincuentes sistémicos, es simplemente un gorilesco resultado del yunquismo en el poder, un regreso, una involución a las cavernas, bajo la conducción del brazo armado autoritario: Wilfrido Robledo, Ardelio Vargas, Eduardo Martínez, etc. La PFP, los ilegales ases, los jenízaros, bendecidos por yunqueñor Abascal…
Lo más extraño de la defraudación electoral operada por el Yunque/PAN/IFE el dos de julio es que se hubiera pensado que no ocurriría, que no sucedería. Que los votos podrían, por sí, derrotar al yunquismo, al fascismo criollo, al fecalismo panuchista yunquero –perdón la adjetivación realista. Y lo derrotaron, sin duda, y por eso el fraude electoral. Por eso la instrucción de los pinos –minúscula premeditada- a Televisa y a TVAzteca para ocultar los resultados que favorecían a AMLO. Por eso los neocientíficos del conteo rapidín y la botarga de Ugalde decidieron callar. El paradigma de la elección de Bush en Florida u Ohio, inducir la percepción de un empate técnico, fue y es la regla, con un pírrico ganador, por su acrónimo, FeCal. Que les aproveche.
El gran agravio contra México, ejecutado por el Yunque/PAN, tiende vasos comunicantes, aunque no se quieran ver. Es la idea ultraderechista apostólica, católica y remona: que no se conecten. La sangre en SICARTSA y en Atenco, la represión contra Oaxaca, la defraudación electoral y la pretensión del golpe de Estado cibernético, son capítulos del agravio, de la intención de la ultraderecha yunquista y panista por prevalecer.
Destruir las instituciones republicanas, las libertades ciudadanas, las garantías constitucionales, los derechos humanos, es el propósito de la Organización Nacional del Yunque –clandestina, subversiva y apropiada del PAN y de la presidencia. ¡Dios nos agarre confesados! O, en su defecto, serenos, confiados e insurrectos.
Álvaro Delgado, conocedor como nadie de la ultraderecha criolla (autor de El Yunque. La ultraderecha en el poder y de El ejército de Dios. Nuevas revelaciones sobre la extrema derecha en México) sintetizó en 2004: El riesgo para México es nítido: antidemocrática, excluyente, ahistórica, inepta y represiva por definición, la extrema derecha busca instaurar un modelo que conculca las libertades que consagra la Constitución.
No pasarán. Los fascisto-yunquistas fecales no pasarán. Agraviados, los mexicanos decimos NO. No al fraude electoral. No a la sangre, no a la represión, no a la propaganda negra contra los trabajadores, obreros, campesinos, comerciantes o intelectuales. No a la crisis política derechista. Los agravios se cobran.
El margen de diferencia entre un Presidente (legítimo) y un Usurpador (huertista) es el recuento total: voto por voto, casilla por casilla. O sea: Sufragio Efectivo, no usurpación.
Vergüenzas de Cuauh. Mi general Lázaro Cárdenas se revuelve en su tumba. Su hijo, un tal Cuauh, es empleado de los cristeros abascales para celebraciones revolucionarias. La conservadora fecalidad le inunda. Su nieto, que no andó ni anduvo, desgobierna Michoacán, aportando un inédito record –quizás me equivoque- para su papi: dos muertitos, obreros, con helicópteros de la GESTAPO nacional, PFP y policía local combinadas, disparando gases y heces. Perdió, batelito, el hijo del cuauh, su candidatura. Ni modo, General y Presidente Lázaro Cárdenas: usted no tiene nada que ver con tales descendientes tránsfugas.
Presos políticos: ¡LIBERTAD! Libertad y justicia para los presos políticos, capturados y vejados por las policías federal y estatal en Atenco y en Texcoco. Nuestras armas son palabras, palabras orilleras. Demandamos la renuncia de Peña Nieto y de Nazario Gutiérrez, por su incompetencia. Demandamos el procesamiento judicial de Wilfrido Robledo y de Benítez Treviño por delitos de lesa humanidad. Solicitamos la jubilación inmediata de Abel Martínez Villicaña, seudo procurador, por senilidad. Pedimos que el congreso de EdoMex decrete la desaparición de la CODHEM por inutilidad.
Pero, por sobre todo, pedimos la LIBERTAD de nuestros vecinos, de nuestros amigos, de los luchadores, de las y los solidarios compañeros, luchadores, ciudadanos, apresados y vejados en Texcoco y en Atenco, en Guerrero, en Oaxaca, en México.
Le pedimos a Andrés Manuel López Obrador, toda vez que ha llamado fraude al fraude, y fascismo al yunquismo, demande también la libertad de los presos políticos de Atenco y de Texcoco y de México. La defraudación electoral y la imposición del estado de sitio en nuestra región acolhuacana, el encarcelamiento de nuestros vecinos –aunque discrepemos de sus métodos- es parte del mismo agravio, de la misma lucha: Repudio total al fraude de Yuncal. Amnistía para los presos políticos y de conciencia mexicanos: entre 500 y 700 conciudadanos.