Se anuncia un “paro cívico” en Oaxaca en demanda de la salida de Ulises Ruiz
16 de agosto de 2006
* Marcharán 5,500 trabajadores del SNTSS; pararán labores en 15 hospitales y 650 centros de salud
* “Retienen” a policías que buscaba detener a un miembro de la APPO
Pedro Matías / Proceso
Oaxaca, Oax., 15 de agosto (apro).- El Frente de Sindicatos y Organizaciones Democráticas de Oaxaca, que agrupa a unos 80 mil trabajadores, realizará un “paro cívico” en el estado antes del informe del presidente Vicente Fox, en demanda del cese a la campaña represiva del gobierno y exigir la inmediata salida de Ulises Ruiz Ortiz, dijo el secretario de Relaciones Políticas de la Sección 22 del SNTE, Bernabé Jiménez Ríos.
Por lo pronto, cinco mil 500 trabajadores de la Sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSS) realizarán mañana una marcha e iniciaran un paro indefinido de labores en los 15 hospitales y 650 centros de salud de la entidad, en apoyo al movimiento magisterial y popular que exige la salida de Ulises Ruiz.
El dirigente de la Sección 35 del SNTSS, Marcos Villanueva Coronado, dijo que “únicamente dejaremos guardia en los servicios de urgencia de los hospitales, de hospitalización, mantenimiento y otras áreas importantes para que el servicio no se suspenda”.
La jornada de lucha magisterial y popular continuó hoy con un operativo en San Bartolo Coyotepec, para evitar la detención del integrante de la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO), Flavio Sosa Villavicencio.
Los dos agentes de la Policía Ministerial, encargados de su detención, fueron “retenidos” y se les decomisaron dos armas 9 milímetros.
Y aunque éstos policías negaron haber participado en un operativo para detener al dirigente de la APPO, la esposa de éste, Beatriz Castañeda Pedro, los acusó de ser responsables de esta nueva escalada de represión emprendida por el gobierno de Ulises Ruiz.
Sin embargo, el gobierno del estado precisó que los dos elementos de la Policía Ministerial, José Luis Díaz Cruz, placa 678, y Joaquín Jiménez Ogarrio, placa 742, se realizaban “actividades personales” cuando fueron “retenidos” ilegalmente por policías municipales de San Bartolo Coyotepec, a petición de gente identificada con la autodenominada APPO, que los mantiene “secuestrados”.
Cabe mencionar que, durante esta acción, el corresponsal del diario Milenio, Oscar Rodríguez, fue golpeado al no identificarse, razón por la cual, Flavio Sosa Villavicencio, pidió disculpas al reportero, y aclaró que “no es política de la APPO agredir a los comunicadores ni incitar a la violencia, así es que respetemos a los trabajadores porque no es culpa de ellos la línea editorial de los periódicos”.
A su vez, el integrante de la APPO, Adolfo López, dijo que “Ulises Ruiz está desesperado, por lo que ha puesto en marcha una fase mucho más peligrosa, que consistirá en la eliminación física de los dirigentes de este movimiento magisterial y popular. Sin embargo, vamos a dar una respuesta política y de masas más contundente”.
Muestra de ello, es que, a las 10 de la mañana de hoy, brigadas de vigilancia de la APPO recibieron un llamado de auxilio en San Bartolo Coyotepec, debido a que esos dos policías entraron al domicilio de Flavio Sosa Villavicencio, con la “intención de asesinarlo”.
Castañeda Pedro afirmó que los dos policías ministeriales entraron a su domicilio, ubicado en San Bartolo Coyotepec con la intención de “matar a mis hijas”.
Añadió que esos policías “dijeron que venían acabar con todos, y buscaban a mi marido (Flavio Sosa). Hago responsable de mi vida y la de mi familia al Ulises Ruiz”.
Relató que, alrededor de las 10:30, esos policías llegaron a su casa. “No es necesario que digan quién los mando; sabemos de hecho que fue Ulises Ruiz, porque ellos dijeron que venían acabar con mi esposo. (Afortunadamente), mis hijos se escondieron y no los pudieron agarrar”.
A su vez, en la cárcel municipal de San Bartolo Coyotepec, el policía ministerial, Joaquín Jiménez Ogarrio, argumentó que se encontraba en esa comunidad porque quería vender una camioneta en un tianguis de vehículos y que iba a comprar unos chivos para festejar su cumpleaños.
Además, negó conocer “a ese señor (Flavio Sosa)”. Añadió que si se encontraba armado, aunque no estaba de servicio, ya que es una “costumbre”.
Respecto del señalamiento de Castañeda, declaró: “Yo desconozco (porque lo haya señalado). Yo, a la señora, nunca la he visto. Además, no traemos nada, ni orden de aprehensión”.
Mientras, el gobierno del estado precisó que “no es aceptable el señalamiento de algunas organizaciones sociales de que se esté propiciando un ambiente de represión y un estado policiaco”.
Finalmente, el Congreso local cambio radicalmente su lenguaje, ya que, de pedir la intervención de las fuerzas armadas federales para resolver el conflicto del magisterio, ahora aprobó un punto de acuerdo, en el que convocan a la dirigencia magisterial y organizaciones sociales al diálogo, la concordia, la paz social y la búsqueda de acuerdos para concluir el conflicto que sigue dañando a los oaxaqueños.
Además, reiteró su petición al gobierno federal y al Congreso de la Unión para que intervengan en la solución del conflicto.
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